Dedicarse a los negocios es legítimo
siempre y cuando exista un mínimo de honestidad entre el comprador y
el vendedor, en otras palabras: que no haya fraude de ningún tipo.
¿Qué ocurre cuando la mercancía que trata de venderse es
defectuosa o tiene características diferentes a las ofrecidas antes
del acuerdo? No hace falta ser un lumbreras para saber que en todos
los negocios y oficios existen personas que intentan sacar ventaja o
dinero de modo ilegítimo abusando de la buena fe del cliente. Hoy
no hablaremos de los mercaderes de patatas o relojes sino de los de la fe, también conocidos para muchos del vulgo como "expertos" en religión. Y es que ni la misma teología
se libra de estos tipejos del tres al cuarto que corrompen todo lo que tocan. Dios nos
libre de ellos.
La espiritualidad, el amor y la fe han
sido un negocio redondo para muchos desde tiempo inmemorial, y es que
un proverbio muy antiguo dice que "no solo de pan vive el
hombre". Como vimos en la entrada "El Único",
las manipulaciones existentes en la Biblia son multitud,
afortunadamente muchas de ellas han sido detectadas por teólogos y
estudiosos de las religiones. Las Escrituras fueron variando
(añadiendo o borrando textos) según las épocas y los intereses de
los dirigentes religiosos. De ahí se explica que haya tantas
contradicciones tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.
Entonces, ante tanta manipulación ¿qué
hay de verdadero en las Escrituras sobre Dios? La única forma de
contestar esta pregunta es hacer una puesta en común crítica con
los rasgos elementales de Saturno/Crono/Alá/El/Yavé, pues ya
comenté que se tratan en el fondo del mismo perro con distinto collar. Hasta la fecha no
se ha hecho un estudio científico crítico sobre el Corán. Sin
embargo los textos coránicos poseen una coherencia y un cuerpo
(muchas suras se repiten machaconamente) del que adolece la Biblia.
Cualquiera que haya leído la Biblia,
especialmente el Antiguo Testamento, habrá notado lo incomprensible
y contradictorio que llegan a ser los "textos sagrados"
(según el clero hasta la última coma es de inspiración divina)
cosa que los convierte en anodinos y aburridos a más no poder.
Finalmente muchos lectores lo dan por imposible y dejan el libro en
el sueño de los justos. Recomiendo antes de leer cada capítulo de
la Biblia informarse bien sobre el contexto histórico y religioso
del texto, pues se fue redactando a lo largo de muchos siglos. De
este modo será más llevadero y el lector podrá comprender mucho
mejor el mensaje. Por el contrario, el Corán se lee
fácilmente y uno tiene la sensación al final de quedarse con la
copla. Tras leer el Corán no parece haber nada contradictorio
porque puede gustar o no pero no deja indiferente a nadie.
Un buen ejemplo de mercaderes de la fe
ha sido (y sigue siendo) la Iglesia católica. En un periodo de 2.000
años han logrado un éxito sin precedentes en ningún negocio: han
vivido y han mandado casi como reyes, con un poder absoluto discutido
por muy pocos (¡con la Iglesia hemos topado!). Desde un punto de
vista comercial nadie, absolutamente nadie, puede discutir que son
los mejores. A pesar de que muchos afirman que su forma de gobierno
es una teocracia (gobierno divino), en realidad ellos son ricos
mercaderes y la forma de gobierno de éstos se llama "plutocracia"
(EEUU o la UE hoy día son un buen ejemplo).
El cliente de cualquier mercader es el
pueblo, para vender sus mercancías religiosas la Iglesia SA y sus
trabajadores han seguido un plan maestro en pos del éxito
financiero. Puede resumirse en varias fases.
Fase I: Búsqueda de un profeta
popular: El producto a vender debe ser atractivo.
Jesús fue un rabino (maestro)
carismático judío que se ganó el afecto de una parte del pueblo en
la primera mitad del s.I d.C. Del Jesús histórico sabemos muy poco.
Sus enseñanzas debieron calar hondo en una época convulsa en la que
Israel estaba dominada por el Imperio romano. Fueron muchos los
profetas itinerantes que por aquella época pululaban por esos lares,
Jesús y Juan el Bautista fueron dos más de ellos. En época del
emperador Nerón (54-68 d.C) ya había una importante comunidad
cristiana en Roma que sufrió una fuerte persecución por parte del
césar, lo que indica claramente que el cristianismo se expandió
extraordinariamente en un corto periodo de poco más de 20 años.
Fase II: Comercializar las enseñanzas
del profeta: El cliente siempre tiene la razón.
Pablo de Tarso fue sin ningún género
de dudas el primer mercader importante que trató de sacar partido,
de modo torticero, de las enseñanzas de Jesús. No en vano hoy día
es considerado por muchos expertos el fundador real del cristianismo.
Gracias a sus propias cartas se sabe que Pablo no conoció
personalmente Jesús y que fue un judío bastante ortodoxo que
persiguió con saña a los seguidores de Jesús mientras éste vivía.
Al fallecer el Mesías, Pablo tuvo una "visión divina" en
la que se le apareció Jesús y le pedía que predicara su palabra
por el mundo. Quizá tuvo una visión de la pasta que le esperaba si
remaba en la dirección adecuada...
Su vida estuvo llena de
problemas en la comunidad judía de los primeros cristianos,
principalmente porque consideraba que había que evangelizar a los
paganos, cosa que negó el propio Jesús y que a ningún judío en
sus cabales se le habría pasado por la cabeza. Hacia el año 67 fue
arrestado y condenado a muerte en Roma, no es de extrañar que
ninguno de los cristianos de la Iglesia de Roma moviese un solo dedo
en su favor antes de que lo ejecutaran.
Fase III: Evangelización universal: !A
la búsqueda de nuevos clientes!
En adelante no pocos césares
consideraron el cristianismo como una amenaza al Imperio: las
persecuciones continuaron en lo sucesivo. El cristianismo estaba
seriamente amenazado, había que hacer algo para evitar que
desapareciese, muchos pensaron entonces que después de todo Pablo
llevaba razón al tratar de bautizar a los paganos. Nos encontramos
en el año 70 d.C., tras fuertes revueltas judías en Israel, el
templo de Jerusalén es destruído por los romanos. Muchos judíos
probablemente se sintieran frustrados y se hicieron cristianos.
Es en este caldo de cultivo cuando se
redacta el Evangelio de Marcos (hacia 71 d.C.) contando las vidas y
milagros de Jesús de Nazaret casi 40 más tarde. Marcos, personaje
del que no conocemos nada, escribió el evangelio canónico más
antiguo. El fanatismo que mostraban muchos cristianos a la hora de
morir como mártires sorprendía a las autoridades romanas. Los
primeros cristianos fueron principalmente gentes de baja clase social
y analfabetos, no debió ser muy difícil a los primitivos mercaderes
engañar a los parias de la sociedad prometiéndoles la vida eterna, de modo parecido a los políticos modernos.
Más tarde se redactarán los
Evangelios de Mateo y Lucas (hacia 80-90 d.C) y no mucho después el
Evangelio de Juan (90-100 d.C.). De la veracidad de los hechos
narrados por los evangelistas sobre la vida de Jesús debemos
desconfiar bastante:
1-Se hicieron para ganar la mentalidad
pagana tan dada a las leyendas. El Jesús histórico importaba poco.
2-Ninguno de los evangelistas conoció
a Jesús. Jesús fue un judío rígido con la ley de Yavé, él nunca
fue cristiano. El cristianismo fue posterior y no cristalizó hasta
el s.IV d.C.
3-Lo único que sabemos con certeza del
Jesús histórico (Yeshua), gracias a Flavio Josefo, es que existió
y predicó en el mundo judío. Todo lo demás viene de los
evangelistas. Flavio lo nombró de pasada sin darle ninguna importancia. Según los Evangelios la tierra tembló cuando murió Jesús, sin embargo ante un acontecimiento tan milagroso ninguna crónica de la época dice ni mu...
La propia palabra "católico"
en griego significa "universal" y es eso mismo lo que
hicieron para evangelizar en el mundo pagano. La Iglesia cristiana
terminó por ganarle la partida al mundo pagano apropiándose de la
fe de las masas descontentas. Tal fue el éxito económico de la
experiencia evangelizadora que en los siglos sucesivos buscaron
nuevos clientes allende los mares.
Para lograr su propósito manipularon
las leyes que Yavé entregó a Moisés. En el catecismo católico hay
dos cambios importantes:
1-No tendrás más Dios que a mi.
Sustituído por:
1-Amarás a Dios sobre todas las cosas.
Los paganos no creían en un solo Dios
pues era politeístas, asi que hubo que venderles la burra. El culto
a los santos se llamó en la antigua Roma culto a los lares, el culto
a la Virgen no es más que una reminiscencia de antiguos cultos
femeninos: ninfas, Isis, Cibeles, etc. El culto a los ángeles
proviene de los genios y númenes locales.
2-No te harás imagen de escultura ni
de figura alguna de cuanto hay arriba, en los cielos, ni abajo sobre
la tierra, ni de cuanto hay en las aguas abajo de la tierra. No las
adorarás ni le darás culto, porque yo, Yavé, tu Dios, soy un Dios
celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos hasta la
tercera y la cuarta generación de los que me aborrecen, y hago
misericordia por mil generaciones a los que me aman y guardan mis
mandamientos.
Este mandamiento es sustituído por el
noveno, sacado de la manga:
9-!!!No consentirás pensamientos ni
deseos impuros¡¡¡
De todos es conocido el beneficio
económico y la atracción que reportan las estatuas que se
encuentran en todas las Iglesias católicas y demás figuras de
santos, vírgenes, etc. Para los musulmanes y judíos esto es una
aberración religiosa. Sin embargo esta medida fue necesaria para
ganar clientes.
Jesús tuvo hermanos, la palabra griega
adelfos significa hermano
carnal, al menos tuvo uno: Santiago, el cual fue sucesor natural de
Jesús entre los cristianos. La Iglesia para defender el nacimiento
virginal de María dice que tenía primos o parientes contradiciendo
a los propios evangelistas. Personajes como Mitra nacieron de una
virgen, si Jesús no hubiera nacido igual pocos habrían aceptado su
culto.
Fase IV: La eliminación de la
competencia: En busca del monopolio comercial.
Para nada fue un camino de rosas la
travesía de los cristianos católicos, pues había muchas ideas
discordantes entre las distintas Iglesias cristianas: existieron
docenas de escuelas cada una de ellas con modos diferentes de
interpretar y practicar el cristianismo: docetas, maniqueos,
gnósticos, arrianos, pelagianos, etc. Estas ideas se consideraron
finalmente heréticas y fueron perseguidas y destruídas por la
ortodoxia católica gracias al emperador Constantino. La muerte de millones de inocentes a lo largo de los siglos o de personas que no aceptaban los dogmas católicos ayudó sobremanera a que esta monstruosa maquinaria comercial prosperara sin límite. Y es que para la Iglesia el fin justifica los medios.
Fase V: ¿Caída?
Nadie sabe si la Iglesia $A caerá
algún día o no. Bajo mi punto de vista su único talón de Aquiles
es la economía, pues una fuerte crisis financiera afecta a todos los
negocios. Por otro lado clientela no les falta ni les faltará
mientras existan analfabetos y pobres en el mundo (sin ellos la Iglesia no
existiría como empresa). Fomentar guerras ha sido su
forma más rápida y eficaz de mantenerse, tienen larga experiencia en ello. La guerra trae pobreza y desesperación
espiritual, éstas son las condiciones adecuadas para generar nuevos
clientes.
Por desgracia, en el mundo occidental
mucha gente asocia lo religioso o lo divino con la Iglesia católica,
y no es extraño pues su influencia monolítica ha durado muchos
siglos. Sin embargo es un error muy grave, pues nada tiene de divino
manipular las propias enseñanzas del Creador para prosperar
económicamente (el propio Creador advierte de los falsos profetas).
Multitud de ejemplos de estas trampas pueden leerse en el libro
"Mentiras fundamentales de la Iglesia católica" de Pepe
Rodríguez. La muy noble teología (literalmente "ciencia de
Dios") nada tiene que ver con los mercados, que nadie se engañe.
De adorar a alguien la Iglesia, teológicamente hablando, no puede tratarse de otro que no sea Satanás (literalmente "enemigo"): el enemigo del hombre. Todos los rasgos del Satán bíblico y coránico: adversario de Dios y del hombre, lobo disfrazado de cordero, acusador, etc., se dan de modo inquietante en los usos y abusos de la Iglesia que ha fotografiado la historia. Por sus hechos los conocerás . Para colmo de males tradujeron incorrectamente (o de modo torticero) "El" o "Yavé" por "Dios" (literalmente "diablo"), personajes antagónicos. Seguramente sea la mayor blasfemia y manipulación linguística de la historia. Para más detalles etimológicos véase la entrada "Sobre los dioses".
"Diablo" (también llamado "Zeus", "Júpiter", "Indra", "Iblís", "Satán", etc.) o "Dios" es el usurpador que sustituyó al Creador desde tiempos remotos en muchos mitos y religiones. Su panteón diabólico se compone de diversos dioses que asocian las diferentes potencias existentes en la naturaleza. La Iglesia adora a "Diablo" o "Dios" y permiten el politeísmo en forma de vírgenes, santos, cristos y otras disparatadas teorías sobre la Santísima Trinidad (recuérdese la Triada Capitolina de Júpiter). En cierto modo son coherentes al afirmar que adoran a "Dios", sin embargo "Diablo" está predestinado a caer en el Juicio Final.
La Iglesia católica no es más que un ejemplo modelo de los mercaderes de la fe que han existido desde tiempos remotos en todas las partes del globo. Las estadísticas cantan: hay más fieles católicos en países con alto nivel de analfabetismo que en aquellos con alto nivel cultural. Si Jesucristo levantara la cabeza probablemente iría al Vaticano para expulsar a ciertos mercaderes que gorronean en los alrededores del templo de Dios.
De adorar a alguien la Iglesia, teológicamente hablando, no puede tratarse de otro que no sea Satanás (literalmente "enemigo"): el enemigo del hombre. Todos los rasgos del Satán bíblico y coránico: adversario de Dios y del hombre, lobo disfrazado de cordero, acusador, etc., se dan de modo inquietante en los usos y abusos de la Iglesia que ha fotografiado la historia. Por sus hechos los conocerás . Para colmo de males tradujeron incorrectamente (o de modo torticero) "El" o "Yavé" por "Dios" (literalmente "diablo"), personajes antagónicos. Seguramente sea la mayor blasfemia y manipulación linguística de la historia. Para más detalles etimológicos véase la entrada "Sobre los dioses".
"Diablo" (también llamado "Zeus", "Júpiter", "Indra", "Iblís", "Satán", etc.) o "Dios" es el usurpador que sustituyó al Creador desde tiempos remotos en muchos mitos y religiones. Su panteón diabólico se compone de diversos dioses que asocian las diferentes potencias existentes en la naturaleza. La Iglesia adora a "Diablo" o "Dios" y permiten el politeísmo en forma de vírgenes, santos, cristos y otras disparatadas teorías sobre la Santísima Trinidad (recuérdese la Triada Capitolina de Júpiter). En cierto modo son coherentes al afirmar que adoran a "Dios", sin embargo "Diablo" está predestinado a caer en el Juicio Final.
La Iglesia católica no es más que un ejemplo modelo de los mercaderes de la fe que han existido desde tiempos remotos en todas las partes del globo. Las estadísticas cantan: hay más fieles católicos en países con alto nivel de analfabetismo que en aquellos con alto nivel cultural. Si Jesucristo levantara la cabeza probablemente iría al Vaticano para expulsar a ciertos mercaderes que gorronean en los alrededores del templo de Dios.
Por último, una cita de una carta del
papa León X (1513-1521) dirigida al cardenal Bembo:
Desde tiempos inmemoriales es sabido
cuan provechosa nos ha resultado esta fábula de Jesucristo.
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