En la mitología clásica, Poseidón es
hijo de Cronos y Rea y, por tanto, hermano, entre otros, de Zeus y de
Hera. Sin embargo, Poseidón es una divinidad muy antigua y de gran
importancia. Tenía un lugar preeminente en el panteón de Pilos, por
encima incluso de Zeus, quien ocupaba una posición secundaria en las
tablillas lineal B. Esto ha llevado a algunos autores a pensar que
Poseidón fue un antiguo dios supremo que perdió su dominio
universal en beneficio de Zeus. Desde luego comparte con este último
algunas características, como no ser una divinidad tutelar o poliada
de ninguna ciudad y gozar de un gran reconocimiento en todo el mundo
griego, asumiendo rasgos panhelénicos; en este sentido no deja de
ser significativo que Poseidón fuese el único dios que se
enfrentaba abiertamente a Zeus cuando éste tomaba decisiones sin
consultar a los demás. En Oriente Medio los griegos identificaron a
Yam (la serpiente) con Poseidón, a El con Cronos y a Baal con Zeus,
tal vez se debiera a la estrecha relación entre la serpiente con el agua y a la batalla de Baal contra Yam análoga a la de
Zeus y Poseidón. Los romanos lo llamaban Neptuno. Poseidón es el
dios (o diablo) que rige el destino de los hombres en el mar. No es
por ello de extrañar que fuese en las zonas costeras donde se le
rendía culto, con toda seguridad porque temían lo inesperado y peligroso del elemento acuático.
De carácter ambicioso, intrigante y
pendenciero, se confabuló un día con Hera, harta de las
infidelidades de Zeus, para derrocar al señor del Olimpo. Ayudados
por casi todos los dioses, consiguieron encandenarlo mientras dormía,
pero Zeus se liberó con ayuda de Tetis y de Briareo, un gigante de
cien brazos, y castigó dúramente a los culpables. Poseidón y Apolo
fueron condenados a servir durante un año al rey de Frigia,
Laomedonte, y construyeron para él las murallas de Troya. Poseidón
se enfrentará a menudo a otros dioses para asegurar su soberanía
sobre diversas ciudades. Los relatos más conocidos se refieren a
Atenas y Argos. En el caso de Atenas, fue derrotado por la diosa
Atenea. En el caso de Argos tuvo que vérselas con Hera. Los tres
dioses fluviales del país prefirieron a la diosa, que salió
vencedora, y Poseidón se vengó esta vez secando todos los rios del
reino. El dios fracasó en otros intentos por afirmar su poder: fue
desplazado de Delfos por Apolo, de Egina por Zeus, de Naxos por
Dionisio, de Trecén por Atenea. Pero casi todo el país de Corinto
-cuya soberanía se disputaba con Helio-, y principalmente el istmo
bañado por el mar, quedó bajo el poder de Poseidón, salvo la
ciudadela (Acrocorinto), que fue dominada por el dios del sol.
Asimismo, era también soberano de una región situada en los
confines del mundo conocido: la fabulosa Atlántida.
Poseidón estaba considerado el
antepasado de algunos pueblos, como los eolios y los beocios, y
presidía alianzas y anfictonias. A él estaban dedicados el
Panionion del cabo Micala,
núcleo principal de la confederación de los jonios de Asia Menor;
el santuario del promontorio de Samikon, en la Elide, que sirvió de
centro a las aldeas de la Trifilia, y el de Onchestos, en Beocia,
asimismo lugar de reunión federal. También le pertenecía el
santuario de la isla de Calauria, junto a la Argólida, capital de
una antigua anfictionía de ciudades comerciales en torno al golfo
Sarónico. Poseidón es el padre de muchos héroes y el antepasado mítico de muchas familias reales. De él descienden por ejemplo los tebanos Agenor y Cadmo. Muchos de sus hijos serán monstruosos o malvados: además de Polifemo, los Alóadas, los bandidos Cerción y Escirón, ambos muertos por Teseo; engendró a Lamos, rey de los lestrigones, pueblo que la Odisea presenta como caníbales.; al gigante cazador Orión, etc. Los antiguos sacrificaban a Poseidón el toro y el caballo. Estos animales terrestres, simbolizan la impetuosidad y la violencia, pero también la potencia generadora.
La
personalidad de Poseidón aparece vinculada sobre todo al mar, parte
del universo que le tocó en suerte cuando el reparto que siguió al
destronamiento de su padre. En esta misma línea, su símbolo era el
tridente, que sustituyó al rayo que había poseído en origen.
Algunos de sus principales santuarios se situaban entonces en
relación directa con el mar, como los ya mencionados y también el
del istmo de Corinto, en el Ática. Se le concedían ofrendas marinas
y se le invocaba para calmar las tormentas. Pero por la misma razón,
recibió el epíteto de Soter,
salvador, cuando en el año 480 a.C. una tempestad destruyó
parcialmente la flota persa, favoreciendo con ello la inmediata
victoria griega en el cabo Artemision. Su morada habitual era un palacio de oro en las profundiades del mar Egeo. Se desplazaba sobre las olas en un carro tirado por unos animales mitad corceles, mitad serpientes, escoltado por un cortejo de peces, delfines o demonios marinos: las hermosas nereidas, los tritones (con la parte superior humana y la inferior de pez, que hacían sonar sus caracolas como pífanos) y el cambiante Proteo, que guardaba los rebaños de focas del dios.
Pero
además del dios del mar, Poseidón era también una divinidad de
carácter ctónico, y así se le conocía en la época micénica. A
él se atribuía la paternidad de los movimientos telúricos y se
decía que con el tridente había separado la tierra del mar,
formando los valles y las islas. Por esta razón, Poseidón era
objeto de culto también en regiones del interior, pero afectadas por
los terremotos, y era especialmente invocado cuando se producía un
temblor de tierra; de la misma forma, castigaba a los que le ofendían
con una tempestad si era en el mar y con un terremoto si en tierra
firme, como el que sacudió a Esparta en el año 464 a.C. Quizá en
relación a esta cualidad ctónica de Poseidón se encuentre su
estrecha vinculación con el caballo, lo que dio lugar a un culto
dedicado a Poseidón Hippios.
Éste se extendió por toda Grecia, aunque donde quizá tuvo una
mayor implantación fue en Arcadia donde según el mito se produjo
una unión entre este dios y Démeter, asumiendo ambos la forma
equina. En Tesalia, Poseidón gozó asimismo de cierto predicamento
bajo la epíclesis de Petraios,
derivada del hecho de haber dado vida al primer caballo tras fecundar
a una roca. Todos estos elementos no autorizan a situar a este dios
entre las divinidades infernales, pero sí se le puede calificar como
"señor de las profundidades" y como tal divinidad
oracular: a él estaba dedicado un oráculo situado en el cabo
Tenaron y según algunos llegó a disputar a Apolo la supremacía
sobre Delfos.
Etimología:
La primera ocurrencia conservada del nombre "Poseidón",
escrito en lineal B, es Po-se-da-o
o Po-se-da-wo-ne, que
corresponden a Poseidaōn
y Poseidawonos en
griego micénico; en griego homérico aparece como Ποσειδάων
(Poseidaōn); en
eólico como Ποτειδάων (Poteidaōn);
y en dórico como Ποτειδάν (Poteidan),
Ποτειδάων (Poteidaōn)
y Ποτειδᾶς (Poteidas).
Un epíteto común de Poseidón es Γαιήοχος Gaiēochos,
"agitador de la Tierra", epíteto que también se
identifica en tablillas en lineal B. Los orígenes del nombre
"Poseidón" no están claros. Una teoría lo divide en un
elemento que significa ‘marido’ o ‘señor’ (πόσις posis,
de la raíz pótis) y
otro que significa "tierra" (δᾶ da, dórico para γῆ
gē), obteniendo algo como "señor o esposo de la Tierra",
lo que lo relacionaría con Deméter, "madre de la Tierra".
Walter Burkert considera que "el segundo elemento da
permanece desesperadamente ambiguo" y encuentra la
interpretación "consorte de la Tierra" "bastante
difícil de demostrar". Otra teoría interpreta el segundo
elemento como relacionado con la palabra dawon,
"agua" en algunos idiomas indoeuropeos (por ejemplo
sánscrito, df'nu:dew); esto haría que Posei-dawōn
fuera el "señor de las aguas".
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